Un tiempo después de dejar Chile, desarrollé un hábito.

Una fría noche de octubre, estaba inquieto y estresado por culpa de mi trabajo. Decidí salir a manejar un rato. Me detuve en un parque con con vista a la bahía. O sea, estaba tan oscuro que no podía ver nada… pero el sonido de las olas y la brisa fresca eran agradables. Me senté en una banca, y dejé que mis pensamientos divagaran. ¿Qué estaba haciendo con mi vida? ¿De verdad estaba feliz con mis decisiones y con los sacrificios que había hecho? ¿Valió todo esto la pena?

Después de un rato, me cayó la teja de que mi situación era mucho mejor de lo que estaba diciéndome a mi mismo. Es verdad que sacrifiqué mucho, pero al mismo tiempo crecí un montón gracias a ello. Y me estaba sintiendo un poco solo, pero, como siempre, tenía todo el apoyo de mis amigos y familia en Chile. Al mismo tiempo, estaba empezando a conocer gente acá en Seattle, y mis grupos de amigos se estaban empezando a formar. Me di cuenta de que, pese a las dificultades por las que estaba pasando, tenía un montón por lo que estar agradecido.

En ese momento, decidí poner todas estas ideas por escrito y compartirlas. Esto se volvió mi primera “Reflexión de Día de Acción de Gracias (muy, muy adelantada)”, y es una costumbre que he tratado de mantener. Este año, esta reflexión será más importante que nunca, así que le he puesto más esfuerzo que de costumbre. Encima de eso, hoy es Día de Acción de Gracias en Canadá… ¡así que no es tan fuera de lugar!

Gracias por ayudarme a mantener mi cordura

Seguramente no soy el único que puede decir que este año ha sido tremendamente estresante para mí. La amenaza constante del COVID-19, el aislamiento, la nube gris del conflicto social y recesión globales… creo que no tengo que explicarles. Con tanta negatividad colgando sobre nuestras cabezas, lo primero que tengo que agradecer es todas esas cosas que me han mantenido cuerdo.

Estoy agradecido de que hayamos partido nuestras sesiones de juegos semanales. Ya sea Golf With Friends, Among Us, Jackbox Party o Gloomhaven, todas estas pequeñas instancias de contacto con gente han hecho maravillas para mi psique.

De forma similar, estoy agradecido de tener juntas virtuales con mis amigos y familia alrededor del mundo. Honestamente, nunca pensé que podría ser una forma viable de verlos… obviamente, eso ha cambiado con el aislamiento social y las cuarentenas. La teleconferencia se ha vuelto la norma. Me pregunto por qué no las usábamos antes.

Hablando de cosas materiales, mi auto, cámara y guitarras han sido mi salvación. No hay nada mejor que saltar dentro de mi caja de la muerte cuando se me dé la gana, y luego tener algo que hacer le da más sentido. Otras veces, darle duro a mis guitarras me ha ayudado a descomprimirme, es un hobby tremendamente catártico.

Gracias por enriquecer mi vida

El primer agradecimiento que tengo acá está dedicado a mis padres. Es sabido que tengo una relación súper cercana con ellos, y que hablamos seguido. Me mantienen al tanto de la vida del resto de mi familia, y de las cosas buenas y malas que pasan por allá. Me han apoyado cuando he estado decaído, y también han buscado mi apoyo cuando lo han necesitado. Estoy tremendamente agradecido de tener una relación así de buena con ellos. Asimismo, estoy muy orgulloso de las fantásticas personas en las que mis hermanas y hermano se han convertido. O sea, ya eran geniales antes, pero ahora mucho más.

Por otro lado, quiero mandarle una dedicatoria a Randy, Kirby, Matu, Flores y Camus por hincharme las pelotas hasta que por fin terminé mi documento de ascenso. ¡Me tomó una eternidad y terminó teniendo cerca de 18.000 palabras! He estado súper ocupado en mi pega en Indeed, jaja. El esfuerzo valió la pena, mi solicitud fue aceptada y mis chances de progresar en el proceso se ven muy buenas.

Hablando del trabajo…

Gracias por apoyarme durante los momentos duros

Siento que mis compañeros de equipo, y otros compañeros de trabajo, se merecen un premio este año. Somos un equipo chico, y fuimos formados oficialmente hace apenas un año… pero han sido tremendamente entusiásticos y positivos en todos los proyectos que hemos hecho. Esto se ha notado especialmente en los últimos 6 meses, en los que partimos un proyecto de alta prioridad que está cerca de terminarse… si es que logramos arreglar todos los bugs que han ido apareciendo.

Mis compañeros también me han dado mucho apoyo: me ayudaron a diseñar y decidir varios aspectos del proyecto, negociar términos con otros equipos y encontrar alternativas y compromisos cuando fue necesario. Puedo decir honestamente que no habríamos llegado tan lejos sin su ayuda.

También debería agradecerles por animarme (y presionarme) hasta que terminé ese desgraciado documento de ascenso. ¡Se siente bien no tenerlo encima!

Gracias por todo lo que nos entregaron

Finalmente, quiero dedicarle una porción de este post a mis abuelos. Mi papá casi se murió el año pasado. Esto me obligó a re-evaluar mi relación con mi familia y cómo voy a manejar otros eventos parecidos en el futuro. Encima de esto, el mundo decidió darnos golpe tras golpe durante lo que restaba del 2019 y lo que llevamos del 2020. Resistimos todo bastante bien, pero el golpe más duro por lejos fue el fallecimiento de mi abuelo, el Opa, a fines de Mayo de este año.

De todas las posibles sorpresas que este año tuvo para nosotros, la más cruel fue cuando mis abuelos maternos se enfermaron de COVID-19 en un hogar de vida asistida. Tengo suficientes cosas que decir sobre esa experiencia para llenar un libro, así que voy a dejarlo de lado para no reabrir heridas innecesariamente. Dejémoslo en que fue un momento muy triste para mi familia.

Ya escribí un post gigante en Instagram sobre la vida de mi abuelo, no necesito repetirlo todo acá. Sólo quiero contarles cómo mis abuelos, tanto materno como paterno, dejaron su huella en mi directa e indirectamente. Siento que soy parecido a ambos en varios aspectos.

Adquirí mi afinidad por la música del lado de mi Opa. Siempre estaba escuchando música clásica en la radio. Antes de eso, él tocaba guitarra. No pudo seguir después de un accidente industrial, así que le dio su guitarra a mi mamá… y ella me la pasó a mí cuando yo partí tocando. No soy el único de la familia: 4 de sus nietos, incluyéndome, están interesados en la música on al menos tienen talento para ella.

De mi Nonno, heredé mi lado experimental e ingenieril. Ya les he contado antes que él solía tener una casucha en el patio de su casa donde hacía sus proyectos. La verdad es que nunca entendí bien qué tipo de cosas hacía porque estaba llena de papeles, herramientas y cacharros que no pude identificar. Dicho eso, nunca se me ha olvidado la escalera automática con contrapesos que construyó para subir al entretecho.

Tengo sus fotos en my escritorio y cerca de mis guitarras, respectivamente. Es mi forma de rendirles homenaje. Me ayuda a recordar que debo estar agradecido por lo que me han dado. Perder a mi Opa este año fue duro, pero sólo enfocarse en eso sería una deshonra a su memoria, en especial cuando nos dejó tantas cosas buenas.

Gracias a los dos por hacerme quien soy hoy.